El abandono de la energía nuclear en Taiwán: Un punto de inflexión con consecuencias imprevistas

Con el fin de la energía nuclear, Taiwán se enfrenta a mayores costes energéticos y problemas medioambientales
El abandono de la energía nuclear en Taiwán: Un punto de inflexión con consecuencias imprevistas

Con la expiración de la licencia del segundo reactor en <strong>核三廠 (Planta Nuclear 3)</strong> el 17 de mayo, el último <strong>generador de energía nuclear</strong> en funcionamiento en Taiwán entra en su fase de desmantelamiento. Este evento marca oficialmente la transición de Taiwán a un <strong>非核家園 (patria no nuclear)</strong>.

Para los grupos que han abogado por un Taiwán no nuclear durante muchos años, y para el Partido Progresista Democrático (DPP), que ha incorporado la política no nuclear en su plataforma, este momento representa la realización de un ideal largamente sostenido. Sin embargo, a medida que Taiwán avanza, la demanda de electricidad continúa creciendo. Este desarrollo sugiere que el resultado puede no ser tan ideal como se previó inicialmente. En cambio, existe un riesgo creciente para la seguridad energética, presiones para el aumento de los precios de la electricidad y preocupaciones sobre el empeoramiento de la <strong>calidad del aire</strong>, lo que lleva a lo que algunos pueden ver como una situación desafiante.

En esencia, el suministro de electricidad de la nación se enfrenta a la perspectiva de volverse más caro, más contaminante y potencialmente menos fiable.



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