Tragedia del oso negro de Hualien: ¿Acción justificada o conflicto de conservación?

FANCA defiende el abatimiento del oso negro de Formosa alegando urgencia y preocupación por la seguridad pública

Taipéi, 23 de abril – La Agencia de Conservación Forestal y de la Naturaleza (FANCA) ha declarado que el disparo a un oso negro de Formosa por un conservacionista en Hualien fue una "acción lamentable pero necesaria". Esta declaración sigue al incidente que ha desatado un debate sobre la gestión de la vida silvestre y los esfuerzos de conservación en Taiwán.

FANCA explicó que el uso de un tranquilizante no letal habría requerido la presencia y supervisión de veterinarios con licencia. Teniendo en cuenta la inmediatez de la situación, los miembros de la patrulla recurrieron a la fuerza letal, citando la autodefensa como la razón principal de su decisión el lunes por la noche.

La agencia detalló que el oso supuestamente había estado atacando a animales domésticos, específicamente cuatro perros y aves de corral, durante un período de diez días en la aldea de Zhuoxi. Además, la aparición más reciente del oso fue en las proximidades de la aldea de Zhongzheng (Sinkan), causando considerable alarma entre los residentes.

FANCA enfatizó la responsabilidad del gobierno de proteger a los residentes en las regiones montañosas de posibles amenazas animales, afirmando que mantener la confianza pública es crucial para sostener futuras iniciativas de conservación.

La agencia, bajo el Ministerio de Agricultura de Taiwán (MOA), también señaló un aumento en los avistamientos de osos negros de Formosa en las tierras bajas y áreas de asentamiento. Los avistamientos a altitudes inferiores a 1.200 metros han aumentado notablemente en los últimos cinco años, lo que sugiere un aumento en la población de osos.

Según FANCA, el aumento de los avistamientos indica un crecimiento significativo de la población en las últimas dos décadas, lo que sugiere que la especie ya no está al borde de la extinción. A pesar de esto, el oso negro de Formosa sigue catalogado como "en peligro" según la Ley de Conservación de la Vida Silvestre, lo que significa que su población se considera "en o por debajo de un nivel crítico, de modo que su supervivencia está en peligro".